Imagina tener una persona dedicada a ayudarte, a clarificar tus metas y a proporcionarte las herramientas para permitirte actuar y aprender de esas acciones sin juzgar.

Imagina tener a alguien que te hace consciente y responsable de tus sueños y aspiraciones, que te ayuda a salir de esas creencias limitantes que te atan a tus circunstancias existentes.

Imagina a alguien que te ayude a clarificar tus valores y el propósito de tu vida.

Imagina a alguien que no tiene otro propósito más que tu crecimiento y tu éxito, sin otro propósito más que la creciente manifestación de tu potencial hacia tus resultados personales y profesionales.

Alguien que te dirá la verdad absoluta, que sostendrá un espejo frente a ti, por incómodo que sea, pero que lo sostendrá en un ambiente seguro, de crecimiento y sin emitir juicios, donde hacerte consciente de tu verdad acelera tu crecimiento y expansión.

Imagina trabajar con una persona que es capaz y tiene la voluntad de puntualizar tus fortalezas sin otro motivo que ayudarte a volverte más consciente de ellos y sacar a la luz dónde te estás quedando corto, a sabiendas de que enfrentarás esa retroalimentación con la valentía que se requiere para aprender dentro del espacio de confianza del proceso de coaching.

Imagina en tu vida alguien que ve la enormidad de tu verdadera esencia, alguien que sabe cuán grande puedes ser y mantiene esa imagen constantemente para ti en un espacio en el que se te escucha sin ser juzgado, lo que permite a tus emociones ser expresadas sin miedo.

Imagina una relación en la que por fin puedes liberarte de la prisión de lo autolimitante y  de lo que saboteó tu crecimiento y tu éxito en el pasado, donde las voces de lo autolimitante se reconocen por lo que son y por ende pierden poder, lo que permitirá que tu potencial se libere hacia la acción.

¡Eso es tener a Poder Ser Coaching en tu vida!